Dios no se toma vacaciones....

Sí amigos, Dios no se toma vacaciones. Nos sigue allí donde estamos o hacia donde nos dirigimos. No está reñido, ni muchos menos, el tomar el sol, darse un buen baño, descansar unos días, y pasar ratos a solas, o en compañía, con el Señor. Es bonito pensar que para mucha gente el verano puede ser decisivo para su vida interior.

     

Comentarios

P. Milton Paz y Bien ha dicho que…
me encanto tu pequeña reflexion un saludo fraterno